Hoy os presento uno de los pasteles más fascinantes que se han creado, tanto por su color, como por su sabor. Su origen se cree que estuvo en Nueva York, concretamente en el Hotel Waldorf Astoria, no se sabe muy bien si en el 1920 o 1950. Una mujer que se hospedaba en dicho hotel quedó prendada de éste curioso pastel y cómo no, pidió la receta. La sorpresa vino después cuando al dejar el hotel dicha señora, vió que en su factura estaba la susodicha receta con un precio de 250$, claro está, al no esperarse dicha desfachatez, mandó por carta la receta a todas las personas que conocía como venganza.
La máxima curiosidad de esta maravilla es por supuesto su color rojo, que recuerda por su textura al tercipelo, y se conseguía por medio de la reacción química del chocolate y el vinagre. Hoy en día es imposible lograr este efecto, porque el chocolate se vende en forma alcalina y no se puede dar la reación química, por eso se le añade el colorante rojo. La crema de cobertura es una mezcla de queso de untar, azúcar glas y mantequilla, una delícia.
La primera vez qúe probé éste magnífico pastel, resultó ser uno de los más jugosos y esponjosos que he probado nunca. Me sorprendió su delicioso sabor, para mi hasta aquel momento desconocido.
Un lujo que no hay que dejar de probar.
Y vamos con la receta:
Ingredientes:
Para el bizcocho:
- 275 gr. de harina de repostería
- 1 cucharadita de bicarbonato
- 1 cucharadita de levadura química
- Una pizca de sal
- 15 gr. de cacao en polvo sin azúcar
- 125 gr. de mantequilla
- 275 gr. de azúcar
- 2 huevos grandes
- *240 mil de buttermilk (suero de leche)
- 1 cucharadita de vinagre blanco
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 2 cucharadas de las que caben en el tarrito de colorante rojo gel
- 1/2 cucharadita de las que cabe en el tarrito de colorante polvo.
(*) Si no encontramos suero de leche podemos hacerlo poniendo la misma cantidad de leche, a temperatura ambiente, a la que añadiremos una cucharada de zumo limón o de vinagre. Removemos y dejamos reposar unos 10 minutos y adquirirá una consistencia similar.
Para el frosting (cobertura):
- 300 gr. queso tipo Philadelpia
- 150 gr. azúcar glas
- 360 ml. nata líquida para montar
Pasos:
1º Tamizamos la harina, bicarbonato, levadura, cacao en polvo, la pizca de sal y reservamos.
2º En otro bol mezclamos el buttermilk, colorante, vinagre, extracto de vainilla y reservamos.
3º Poner en el vaso de la Thermomix en mi caso, la mantequilla con el azúcar y batir hasta que blanquee. Velocidad 4, 5 minutos. Puede hacerse en cualquier batidora o amasadora.
Añadimos los huevos uno a uno, batimos a velocidad 3
4º Añadimos parte de los ingredientes secos, y otra parte de los líquidos. Así hasta terminar con ambos.
Entre cada uno tendremos que batir para que se incorporen muy bien. Finalmente daremos unas vueltas con una espátula para que todo quede perfectamente integrado y la mezcla sea uniforme.
5º Precalentamos el horno a 170º, cogemos un molde, mejor si es de los que se pueden desmoldar fácilmente. Lo interesante es que la tarta sea altita, así que utilizaremos un molde de 20 o 22 cm. En el fondo he puesto un papel vegetal para que el aro ajuste mejor, engrasamos bien con mantequilla y vertemos la preparación.
6º Ponemos en el horno arriba y abajo unos 45 minutos.
7º Dejaremos enfriar dentro del molde unos 15 minutos, después los desmoldaremos con cuidado y lo pondremos a enfriar sobre una rejilla.
Es mejor dejar el bizcocho de un día para otro para que nos sea más fácil cortarlo, ya que estará más compacto y será mucho mejor. Podemos dejarlo a temperatura ambiente en un lugar fresco o guardarlo en el frigorífico.
Frosting:
Mezclamos el queso y el azúcar, con cualquier batidor, hasta conseguir una crema suave, después le añadiremos la nata que previamente habremos montado y lo mezclamos con movimientos suaves hasta que estén bien integrados ambos ingredientes, conseguiremos una crema que pondremos sobre a tarta ya fría.
Montaje Tarta:
Partimos con una lira de reposteria o con un cuchillo la tarta en 2 discos (tened en cuenta que cuanto mas pisos hagamos más cobertura tendremos que hacer). Rellenamos con el frosting y ponemos la última capa. Después cubriremos la tarta con el frosting y haremos unas rosas con la ayuda de una manga pastelera (en un próximo post explicaré cómo hacerlas).
Ya sabéis que cualquier duda podréis hacerla en comentarios ;-)
Queremos más!
ResponderEliminarTiene una pinta fantástica!
ResponderEliminarla verdad es que es un pastel muy llamativo, a quién nunca lo ha probado su sabor le sorprende. ¡Es único!
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